11.11.05

Octi

Mañana de desayuno con mi amigo Octavio...nos debíamos una charla. A lo largo del año, es la segunda charla con tiempo y pausa para nosotros...estamos tan inmersos en la urgencia, en cumplir con lo que no nos gusta que nos vamos perdiendo las dulces y pequeñas cosas que nos sostienen, esa estructura transparente. Darnos una pequeña pausa, abrazarnos y sentir al otro, un instante aunque sea, es una bocanada de oxigeno en medio de esta polución sentimental.
El café con leche se repitió, tambien las medialunas, y si...hicimos el tradicional desayuno en La Giralda.
Octavio está en crisis, quiere terminar con ese traje viejo que ya no le es cómodo. Octavio es abogado y clown, tiene ojitos chispeantes, que hoy estaban bastante apagados y cara de algún animalejo indefinido pero que, a mi, suele parecerme a la tortuga, sobre todo cuando abre los ojos, sorprendido y la boca se le hunde hacia el centro...como la tortuga!
Octavio siempre encuentra en las personas algún parecido con animales o cosas. Les pone apodos en relación a eso y uno empieza a verlas así como las sintetizó. En mi caso, soy un fitito con motor de fórmula uno.
Octavio es porteño adoptado, de córdoba y es un luchador, siempre queriendo entender, siempre buscando más, siempre desentrañando y queriendo justicia. Ahora está cansado y necesita unos mimos enormes que lo hagan descansar un rato. Octavio tiene mucho humor y unos dichos del interior que sorprenden por lo acertados! y son tan elocuentes! Octavio es, más de la mitad, payaso: Popovoski, donde puede ser todo lo tierno que es...Octavio y Popovoski se hacen querer despacio...como una charla sostenida e intensa.
Pero no es un tierno querible y nada más, es incisivo y hablador, es así...lo amás o lo amas...

1 Comments:

Blogger Satamarina said...

me lo presentás así lo mimo?

saludos

4:49 p. m.  

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